El destacado intelectual Miguel Barnet recibió hoy en Italia la donación, a la institución cultural cubana Fundación Fernando Ortiz, de un buró utilizado a inicios del siglo XX por ese sabio, una de las figuras cimeras de Cuba.
El poeta y escritor cubano, presidente de dicha fundación, declaró a Prensa Latina que el valioso escritorio, utilizado por Ortiz cuando fue nombrado cónsul en Génova, en 1902, fue cedido a la misma por el italiano Angelo Martinengo, quien lo conservó celosamente por tres décadas.
Barnet, quien visita esta nación europea como invitado de honor al VI Foro Internacional Timbalaye, precisó que la entrega tuvo lugar en el marco del programa de ese evento, durante un acto efectuado en la sede de la organización no gubernamental Music for Peace.
En el encuentro con Martinengo, se destacó que este académico y empresario mantiene estrechos vínculos con Cuba desde su primer viaje a ese país en 1989, y fue uno de los promotores de que las autoridades de Génova aprobasen crear una Plaza Don Fernando Ortiz en esa ciudad, muestra de los estrechos vínculos entre los pueblos de ambos países.
En una conferencia con el tema Memorias del escritorio de Don Fernando Ortiz, en la sede del círculo genovés de la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba (Anaic), Barnet agradeció a esa agrupación solidaria su esfuerzo para el rescate de esa pieza, de alto valor patrimonial.
El también presidente honorario de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), indicó que en ese buró el investigador cubano dio los primeros pasos en la creación de una monumental obra, que lo llevó a ser considerado como el tercer descubridor esa nación antillana.
Eminente historiador, etnólogo, antropólogo, jurista y arqueólogo, desarrolló sus primeras investigaciones mientras cumplía sus labores diplomáticas en ese consulado en Italia, el primero de su país en Europa, con funciones alternas en La Coruña, España y en Marsella, Francia.
Escribió allí, entre otros trabajos, Los negros brujos: Apuntes para un estudio de etnología criminal, que resalta la extraordinaria contribución de los pueblos africanos a la forja de la identidad nacional, así como la monografía Las simpatías de Italia por los mambises cubanos: Documento para la historia de la independencia.
El evento contó con la presencia de la embajadora del país caribeño, Mirta Granda, así como de Marco Papacci, presidente de la Anaic, y participaron además Ulises Mora e Irma castillo, gestores y promotores de Timbalaye.