El dúo cubano Buena Fe ofreció ayer sábado un concierto calificado de inolvidable por seguidores que abarrotaron el auditorio Ellacuría de la Universidad Centroamericana (UCA) en esta capital.
Emociones contenidas, coros afinados y un público que desbordaba entusiasmo recibió a la agrupación cubana que dijo sentirse como en familia, argumento necesario para establecer la complicidad con un auditorio conocedor de su música y que coreó cada canción de las más de 20 interpretadas por Israel Rojas y Yoel Martínez.
Una jovencita salvadoreña, Carla que no paró de cantar las letras del grupo dijo que es una experiencia inolvidable que “esperamos durante varios años”.
No faltaron los cubanos residentes en El Salvador como Ángel Luis Campos Cisneros, para quien resultó una bendición, “nosotros que estamos tan alejados de la isla, tener música de allá, por lo menos a mi me alegra mucho, es como tener un pedacito de la tierra de uno que está un poco lejos de lo nuestro pero bueno, aquí estamos”, dijo con cierta nostalgia.
Mientras el dúo desgranaba canciones como Papel en Blanco, Mía, dedicada por Yoel a su hija cuando era pequeña, Café, sobre los amores idílicos que “no sé si te estoy besando o te estoy bebiendo»; Catalejo, No juegues con mi soledad, y otras emblemáticas y las también cantadas junto al amigo salvadoreño Carlos Pacheco, hicieron delirar a un público que pedía más.
“Para mí ha sido como un sueño cumplido, los he visto todas las veces que han venido acá, he procurado ir a verlos cuando están en Guatemala, entonces, cada vez, es verlos como si fuera la primera vez, y significa mucho porque he crecido con ellos, con su música y mi familia también me ha inculcado el amor por la música de Cuba”, dijo Laura, una de las asistentes al concierto.
No sé si hubo tempestad, si hubo corazón, si Todos somos ángeles, sé, como dijo el salvadoreño Ángel Monje, que Buena Fe “nos trae siempre buenas reflexiones para la vida, para el quehacer, para nuestro trabajo y sin dudas su música nos mueve sentimientos, corazones, emociones, recuerdos y seguir luchando para generar esperanzas para los pueblos en el mundo»!.
Con el amplio recorrido por su obra de 12 discos, esta noche Buena Fe le cantó al amor y el desamor, a la vida, a la realidad del mundo, con textos cargados de lirismo y metáforas para la reflexión de su público conocer y ávido de que cumplan su promesa de volver pronto.
En el concierto de esta noche la agrupación culminó una gira por Centroamérica que los llevó por primera vez a Honduras, luego a Costa Rica y concluyó entre amigos de todas las edades en El Salvador, donde lo faltaron las canciones de su última producción Morada.
En esta “inolvidable” presentación, los intérpretes cubanos estuvieron arropados por los salvadoreños Manuel Contreras y Oscar, entre otros cultores de la trova en el país.
En el encuentro estuvieron presentes miembros de la embajada de Cuba en El Salvador, grupos de solidaridad con la isla, estudiantes, cubanos residentes, y guatemaltecos que llegaron para disfrutar de una presentación que ya resulta histórica.