Silvio en Concierto. Un poeta que canta

La escalinata de la Universidad de La Habana es el escenario magnífico para el concierto del 19 de septiembre, que dará inicio a la gira del reconocido cantautor cubano Silvio Rodríguez por cinco países de Latinoamérica.

Desde que la noticia fue dada a conocer en la página digital Zurrón del Aprendiz y luego en los medios de prensa nacionales e internacionales, seguidores de la Nueva Trova de Cuba y el mundo se alistan para viajar a La Habana.

Los que no lleguen al concierto gratuito de La Habana, por cercanía procuran sus entradas en los espectáculos del 29 de septiembre, 1, 5 y 6 de octubre en  Chile. Entonces llegarán los recuerdos de aquella primera visita de septiembre de 1972, cuando Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola emprendieron un viaje a Suramérica y se presentaron en un festival organizado por el Instituto Cubano-Chileno de Cultura, en Valparaíso, Chile.

La gira por América Latina, incluirá además de Chile, presentaciones entre finales de septiembre y principios de noviembre en Argentina, Uruguay, Perú y Colombia.

En el corazón de sus amantes

La trova en Cuba sigue pulsando el corazón de sus amantes. Con espacios concebidos para su difusión en la radio, la televisión y peñas culturales de los cantautores, aún son insuficientes y a contracorriente mantenerlas, como siempre. La música de la Nueva Trova nunca ha sido indiferente en el acervo cultural cubano, aunque originalmente no tenía un público masivo (ahora tampoco), sino más bien intelectual.

Recordemos que en la década de 1980, el énfasis estuvo en Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, inicialmente promovidos por disqueras extranjeras y compartidos en casetes por los mismos seguidores y curiosos. Además de su invaluable calidad artística, otros cantautores de renombre fueron poco conocidos. Desde esa década hubo algunos trovadores de la segunda generación, llamados por su escasa difusión, la de los topos.

Esa idílica imagen del hombre y la guitarra de la “Trova Tradicional” de finales del XIX, dejó atrás a cantautoras reconocidas con el tiempo, por su innegable calidad artística. A mitad de los 40 con el movimiento del “feeling” y mediados de los 60 del siglo XX, “La Nueva Trova”, nos dejó nombres imborrables en la memoria musical cubana.

La voz principal femenina de la Nueva Trova cubana, fue también bandera estética. Sara González, —como otros cantores: Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Noel Nicola, Vicente Feliú, Amaury Pérez Vidal, Augusto Blanca, Lázaro García y tantos otros— vino a ser, para beneplácito del público y de los músicos cubanos, uno de los principales artífices y referentes de la canción.

“Por entonces algunos jóvenes autores coincidían en clubes nocturnos y tertulias privadas. Sus primeros quehaceres partían del movimiento del feeling, con armonías de vanguardia y letras de corte coloquial. Entre ellos se destacaban Luis Adolfo, Martin Rojas, Eduardo Ramos, Rey Montesinos, Pablo Milanés. Los dos últimos también compusieron guajiras memorables, aunque de ellas la más trascendente fue la de Pablo Mis 22 años, que marcó un hito, a pesar de ser poco divulgada¨, narró el propio Silvio en su relatoLa Nueva Trova y la nueva trova”.

“Por aquellos tiempos Noel Nicola componía sus primeros temas en las tropas coheteriles antiaéreas; el estudiante de Física del Instituto Pedagógico, Vicente Feliú, se acercaba a la guitarra de su padre; Belinda Romeu hacía sus pinitos en 17 y C, fiel al signo musical de su familia. Yo cargaba con un saco de libros y una maltrecha guitarra por las unidades del Ejército de Occidente”.

Así recuerda la oportunidad de que alguno de esos jóvenes se presentó en septiembre de 1967, en el programa de televisión “Mientras tanto”. Entre los primeros invitados estuvo la trovadora Teresita Fernández, a quien el Caimán Barbudo le había hecho un homenaje. “Poco después de empezado Mientras Tanto, me estaba haciendo acompañar por Sonorama 6, grupo que dirigía Martín Rojas, y Eduardo Ramos integraba. Para colmo, una de las razones por las que aquel programa fue «sacado de circulación» fue mi promesa de presentar a Pablo Milanés y, mi posterior disculpa por no haberlo logrado, «por razones ajenas a nuestras voluntades»”.

El 18 de febrero de 1968, fueron anunciados Silvio, Pablo, y Noel para un concierto en Casa de las Américas, que marcó un antes y un después en la trova cubana. Desde el público se sumaron algunos trovadores presentes, para completar el número de las canciones del concierto: Martín, Eduardo, Belinda y Vicente.

Eso tiene un valor

Tal como nos había dicho en una entrevista de marzo 2017, los amantes de la Nueva Trova son los que se reconocen en la canción.

“Cuando una canción dice algo en el que muchos se reconocen, eso tiene un valor. Al menos comunicativo. Y no digo artístico, porque lo artístico implica cierta elaboración, cierto dominio de un lenguaje. La utilidad mayor que yo le veo a una canción es la de hacernos compañía”.

Una estudiante sudamericana ha dicho que las canciones de Silvio han acompañado a casi todos los movimientos estudiantiles y políticos de América Latina, pero también a los enamorados. A los despechados. A los tristes. A los furiosos. Y colman de trova y viento de Cuba cualquier auditorio pleno a golpe de poesía y sencillez.

Aquellos trovadores espiritualmente inspiradores, transcurren, pero sus canciones no; todavía parecen inevitables como la audiencia en cada presentación nacional o internacional.

“Sin dudas el público cambia, puesto que cambian los tiempos. También cambia la manera en que las cosas se perciben y hasta aprecian, y en ese saco incluyo a las canciones. Hay canciones que en los momentos en que fueron escritas tenían unas connotaciones, y hoy, décadas después, pueden parecer diferentes”, aprecia Silvio.

Hay que decir que el título de “Nueva Trova” se adoptó porque fue uno de los nombres que nos puso la prensa especializada, y se aceptó con absoluta conciencia de que más temprano que tarde sería obsoleto. Es justo recordar que uno de los que más lo subrayó fue el primer presidente que tuvo el MNT: Noel Nicola, relató Rodríguez en nuestra entrevista: Mis canciones son mis aspiraciones, para el periódico Claridad, de Puerto Rico.

Ante la pregunta, ¿por qué surge y termina el Movimiento de la Nueva Trova cubana?, Silvio dijo: “En 1971 se hizo un primer encuentro de trovadores jóvenes en la ciudad de Manzanillo, y en diciembre de 1972, en el segundo encuentro, se creó el Movimiento de la Nueva Trova”.

(…) Años después, en un Festival de la Juventud que hubo en Moscú, en 1985, Carlos Lage —por entonces secretario general de la UJC— me dijo que el MNT había jugado su papel y que quizá era hora de concluirlo. Yo, sinceramente, sentí alivio, entre otras razones porque casi tenía 40 años y hacía rato que no me sentía joven y mucho menos nuevo”.

Son fragmentos del testimonio ´Encontrar en aquella aguerrida existencia, las razones de vida´; reflexiones exclusivas ofrecidas a esta autora por Silvio Rodríguez y varios fundadores de la NTC, en homenaje a la icónica cantautora Sara González para el libro “La Pasión sin matices”, editado en Amazon para el 50 aniversario de la Nueva Trova cubana.

De los últimos sesenta años

La obra de Silvio Rodríguez es representativa para varias generaciones de cubanos y personas de Iberoamérica, que lo han seguido en los últimos sesenta años y con cuyas canciones han acunado a sus hijos y nietos. 

Ha sido “descubierto” por tres generaciones en conciertos a cielo abierto, en pequeñas plazas y grandes en teatros. Al escuchar sus discos grabados o en casetes domésticos compartidos de mano en mano por los aficionados que le cantan al amor, desde que Silvio era un jovenzuelo delgadísimo con una guitarra a cuestas en la década del 1970; como si fuera poco sensibilizarnos con una canción de Silvio Rodríguez que siempre enamora o enoja, según sea el caso.

Reconocido como un mito musical, a sus 78 años cantará a los cubanos y todos los que lleguen a La Habana el 19 de septiembre. Será acompañado en este concierto y toda la gira latinoamericana por talentosos músicos: en el piano Jorge Aragón; el tres lo portará Maykel Elizarde; batería, congas y percusiones de Oliver Valdés. En los teclados estará Emilio Vega y en el contrabajo Jorge Reyes. Como siempre, en la guitarra segunda Rachid López y en la flauta, clarinete y coros, Niurka González, su esposa. Todos son virtuosos instrumentistas cubanos.

Desde el 10 de junio de 2022, cuando el trovador cubano Silvio Rodríguez ofreció un concierto en la plaza principal de la Ciudad de México, ante más de 100 000 asistentes, no ha estado en ningún otro escenario latinoamericano. Aquel fue el primer evento gratuito y abierto que se celebró en el Zócalo, desde el inicio de la pandemia.

Se dice que son más de 500 composiciones musicales las de Silvio, presiento que son más. Muchas de ellas han sido versionadas por múltiples intérpretes del mundo y acompañadas por los seguidores que lo idolatran. En junio del 2024, presentó en las principales plataformas digitales de música, el álbum Quería saber. El disco de 11 temas fue grabado en los Estudios Ojalá entre 2019 y 2024, el primero del artista en los últimos tres años y el vigésimo segundo de su amplia producción autoral.

Sobre el disco, dijo Silvio: “La única canción que no es de este siglo es la última, o sea: Tonada para dos poemas de Rubén Martínez Villena. Compuse esta música a principios de los 70s, cuando Roberto Fernández Retamar me pidió que hiciera un disco con poemas de Martí y le dije que no me atrevía, por la calidad de los que habían salido con la autoría de Pablo Milanés, Sara González y Amaury Pérez. Entonces Roberto me sugirió que lo hiciera con poemas de Rubén, poeta y revolucionario de los años 30, que ambos admirábamos. Logré musicar algunos de sus versos, pero lo único que decidí mostrar fue mi acercamiento a estas dos intensas cuartetas alejandrinas, tan vigentes! Por entonces grabé una versión con Emiliano Salvador, Eduardo Ramos y Leoginaldo Pimentel, integrantes, como yo, de aquel remoto Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC (GES). Creo que esta nueva versión también vale la pena, por los excelentes músicos que me acompañan. Las demás canciones, las actuales, las canté en muchos conciertos de barrio. Y creo que son como este joven y maltrecho siglo, al que espero que un buen día le crezcan las alas”.

Un poeta que canta

“Silvio es un faro. Su música une lo político con lo poético como nadie”, expresó el cantautor uruguayo Jorge Drexler. Entre tanto, dijo el popular cantautor argentino Fito Páez: “Silvio es parte de nuestra identidad musical. Cada concierto suyo es un acto de resistencia cultural”. “Su gira será un regalo para América Latina”, subrayó la cantante y compositora mexicana Lila Downs.

Sus canciones de amor y otras emblemáticas de profundo compromiso social, convertirán -sin dudas- a los conciertos en cantos de esperanza, para varias generaciones de latinoamericanos.

“No sé, en realidad”. Respondió hace cuatro décadas para la revista Cuba Internacional. “Creo que soy trovador y los trovadores tradicionales se llamaban a sí mismos poetas, y pienso que lo eran. En esa dirección, entonces, respondería afirmativamente. Soy un poeta que canta porque soy trovador”.