La selección masculina cubana de voleibol venció a Turquía en la final de la Copa Challenger y por primera vez en su historia clasificó a la Liga de Naciones, el torneo élite de este deporte a nivel mundial. En el evento efectuado en Sudcorea los caribeños solo cedieron un set en sus tres partidos y confirmaron los progresos de un deporte que recupera el terreno perdido.
En el duelo que definía el boleto Cuba abrió con su cuadro titular, compuesto por el pasador Adrián Goide, los auxiliares Miguel Ángel López y Osniel Mergarejo, el opuesto Jesús Herrera, los centrales Roamy Alonso y Javier Concepción y Yonder García como líbero. Sin embargo, tras el fácil dominio de 25-17 durante del primer set, en el segundo la distribución del ataque no funcionó igual y Liván Taboada asumió el pase.
Aun así, en definitiva los antillanos no lograron descontar lo suficiente y ese parcial cerró 23-25 en su contra. Un menor trabajo en la net y una inestabilidad en el servicio también confluyeron para igualar el duelo a un set para cada conjunto.
Durante la tercera manga el conjunto antillano mostró otra vez la fuerza de la apertura y salió airoso con pizarra de 25-20. Los seis puntos del capitán Miguel Ángel López y los cuatro per cápita para Javier Concepción y Jesús Herrera apuntalaron una mejor recepción y una aceptable defensa de campo.
De esta forma todo quedó listo para el cuarto set, finalmente decisivo para los cubanos tras su victoria con idéntico marcador de 25-20. Alli apenas dieron oportunidades a sus rivales y tomaron ventaja desde los primeros compases, otra vez aupados por los seis tantos de Miguel Ángel, la solidez de Herrera y los aportes ofensivos de un Osniel Mergarejo que con su servicio desestabilizó mucho a la defensa rival.
De acuerdo a las estadísticas del partido el equipo caribeño fue mejor en todos los aspectos de juego salvo en la recepción, el tradicional punto débil de las escuadras nacionales pero que durante todo el torneo, incluyendo el juego final, también mostró sus progresos.
En el orden individual, Miguel Ángel López y el opuesto Jesús Herrera asumieron el peso ofensivo con 20 y 19 puntos, respectivamente. Junto a ellos, los doce tantos del central Roamy Alonso y los once de Mergarejo, incluyendo cuatro aces, también contribuyeron al éxito. De igual manera, merece los aplausos la excepcional de defensa del líbero Yonder Martínez, con una efectividad del cien por ciento en este partido.
En un torneo donde la Isla solo perdió un set y derrotó por su orden a Chile y República Checa para llegar a la final, Mergarejo y Miguel Ángel terminaron como líderes en el servicio, con seis aces cada uno. Mientras, el propio Miguel Álngel cerró tercero entre los mejores anotadores (50 puntos) y entre los bloqueadores (7).
Al finalizar el choque el capitán cubano dijo sentirse feliz por conseguir el cupo —antes Cuba terminó cuarta en 2018 y segunda en 2019— y reconoció a Turquía por el partido.
“Sin embargo, nosotros también mantuvimos la concentración e hicimos un buen juego. Llegar a la Liga de Naciones significa mucho, porque llevábamos varios años sin participar en la élite. Es un honor y un gran logro representar a Cuba en un torneo como este”, concluyó.
Esta clasificación a la Liga de las Naciones de 2023 no solo representará el debut de una escuadra cubana en esta competencia, sino que es ya lo mejor conseguido por la selección nacional desde su presencia en los Juegos Olímpicos de 2016, la Liga Mundial de ese año, más tarde la cita universal de 2018 y el propio torneo Challenger de 2019.
Desde entonces, el voleibol cubano labró un camino enfocado en la inserción de jugadores en diferentes ligas y clubes del planeta, así como de acercamiento a quienes en un momento solicitaron baja de los equipos criollos, pero mostraron disposición de regresar. Esa dualidad, junto a un sostenido trabajo en la base y en categorías inferiores, comienza ahora a mostrar y consolidar sus resultados.