Para Maiteé Navarro las bicicletas eléctricas son muy útiles y representan un alivio a la tensa situación del transporte en La Habana: “Puedes moverte en la ciudad, a los lugares que quieras y en tiempo”. Desde hace dos años, la joven de 25 años tiene su propio medio de transporte, lo que ha significado independencia para moverse en una ciudad de más de dos millones de habitantes y un sistema de transporte público que no ha logrado corresponderse con la alta demanda.
Lo mismo opina Ana Luisa García quien adquirió su moto hace unos 5 años.
Para la joven, tener este tipo de vehículo eléctrico le da más independencia. “Puedes planear horarios sin miedo a llegar tarde y además llevar a otra persona contigo”, afirma.
Aunque no gasta combustibles, advierte que igual necesita mantenimientos. “Nosotros tuvimos que cambiar de baterías de gel para litio y luego tuvimos que reponer con otra”.
A la vez, comenta que se debe tener sumo cuidado en las calles al conducir, pues los choferes muchas veces se desesperan. “Te pitan y tratan de pasarte por encima. Las motos eléctricas son más lentas que las de gasolina y por tanto yo siempre trato de ir por la senda menos transitada”.
El desarrollo de vehículos 100% eléctricos con baterías ha aumentado en el país en los últimos años, en contraste con un parque automotor conformado por 569 037 vehículos tractivos, de los cuales 501 552 están aptos técnicamente.
En un contexto de elevada obsolescencia de los vehículos por combustión, de dificultades para la adquisición de piezas de repuesto, alta dependencia para la importación de combustible y la elevada contaminación ambiental, la movilidad eléctrica se encuentra dentro de los objetivos estratégicos de la Isla.
¿Cuáles son las ventajas y las limitantes de los vehículos eléctricos?
Si bien la movilidad eléctrica es una prioridad para el país, incluyendo el sector estatal y el particular, no todos los cubanos pueden contar con uno de estos vehículos, dado el alto precio en los mercados y que los mismos actualmente solo se venden en MLC.
En ese sentido, Ramsés Montes Calzadilla, director de política y estrategia energética del Ministerio de Energía y Minas (Minem), comenta que una de las desventajas radica en el precio en el mercado internacional, que es más alto que un vehículo de combustión de características similares. Sin embargo, aclara, con los años han ido bajando de precio y se van acercando a los de combustión.
En cuanto a las ventajas, explica:
“La electricidad siempre será más barata que el combustible diésel y gasolina, y además, los motores eléctricos son mucho más eficientes que los de combustión, se puede ahorrar hasta el 70% del costo del combustible. En los costos de mantenimiento ocurre algo similar, los vehículos eléctricos tienen menos componentes y son más sencillos mecánicamente que los de combustión y requieren menos lubricantes, por lo tanto el mantenimiento es menor y pueden ahorrar entre el 50 y 70% de los costos de mantenimiento de un vehículo de combustión.
“No contaminan el medio ambiente ya que no emiten gases contaminantes por donde circulan. Por otro lado, nos dan soberanía energética. Además, no hay estrés en la carga de la batería, dado que esto se realiza con una carga lenta durante el tiempo que el vehículo está parqueado; por ejemplo, siempre puedes salir en la mañana con la batería cargada y pueden alcanzar autonomías de hasta 500 km (depende de la marca). Hoy para serviciar combustible en los servicentros hay que dedicar mucho tiempo y cuando hay”.
–¿Cuánto se pueden afectar o no este tipo de vehículos con el actual déficit de capacidad de generación?
“Lo primero es que, en esta situación excepcional que tenemos con el déficit de la capacidad de generación de electricidad, vemos que en la calle continúan circulando cada vez más vehículos eléctricos de todos tipos, es decir que a pesar de las afectaciones en el servicio, siempre hay un espacio que permite la carga de estos vehículos para que continúen funcionando.
“La UNE, con el total apoyo de la dirección del país, trabaja intensamente para solucionar, en el menor tiempo posible la situación de contingencia del SEN. Por otro lado, en la proyección estratégica de la UNE al 2030, se tuvo en cuenta el incremento del consumo de electricidad por el aumento del uso de los vehículos eléctricos en el país, donde también se proyecta la meta de alcanzar el 37% de la generación de electricidad con las fuentes renovables de energía y continuar su crecimiento hasta llegar al 100% de la generación del país”, explica el especialista.
Empresas estatales: Sostenibilidad en vehículos eléctricos
Algunas entidades estatales también apuestan desde hace algunos años por el uso de energías verdes para la movilidad. Bien lo saben los trabajadores de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, ETECSA, entidad que a finales del 2020 adquirió 118 vehículos eléctricos que se destinaron a la operación de la empresa en las provincias occidentales desde Pinar del Río hasta Matanzas.
Estos carros cuentan con una autonomía de 130km aproximadamente y son ideales para zonas urbanas que no conllevan grandes desplazamientos.
Según explicó Carlos Mastrapa Pérez, director de portadores energéticos de la empresa, en la segunda etapa del programa que inició en el 2021 y culminó al cierre del primer trimestre del 2022, se pusieron en circulación otra cantidad de vehículos hasta llegar a la cifra del 300. “Se cubrieron las provincias centrales y orientales. Los nuevos vehículos eléctricos tienen autonomía entre 230-320km en dependencia a las características del entorno”.
Para ellos, asegura Mastrapa, se garantizó el despliegue de una red de cargadores lentos y semirrápidos en varias instalaciones de la empresa de todas las provincias, posibilitando el tránsito de un extremo a otro del país.
“El ahorro calculado por la sustitución en un año de los vehículos eléctricos con que cuenta la empresa representa el 40% del combustible utilizado anteriormente (diésel y gasolina especial), y con ello, se aporta también al medio ambiente”.
Explicó además, que como estrategia se trabaja en la instalación de paneles fotovoltaicos en sitios que asegurarán la carga de estos vehículos con energía 100% renovable, existiendo la primera experiencia en la capital, con intenciones de extenderlo a otras zonas país en la medida de las posibilidades.
“En estos momentos se realizan estudios de factibilidad con los organismos pertinentes”.
Valoró que los resultados hasta el momento han sido favorables, sobre todo ante situaciones de disponibilidad de combustible donde se acuden a este tipo de vehículos para mantener la operación de la empresa: ejecutar inversiones, asegurar servicios, dar mantenimiento.
Otra de las entidades del Estado es la empresa Aguas de La Habana, que cuenta con 24 vehículos eléctricos y se prevé que la cifra aumente tras contratos con compañías extranjeras.
Lázaro Torres Laurenti, director de Mecanización de Aguas de La Habana, en declaraciones anteriores a la prensa, ha dicho que la empresa cuenta con estaciones de carga, mediante las cuales se suministra energía a los vehículos sin afectar el Sistema Electroenergético Nacional.
Por otro lado, un grupo de trabajo presidido por el Ministerio de Energía y Minas (Minem) prevé, para el periodo 2022-2026, la importación de 17 218 vehículos 100% eléctricos: de ellos 8 000 autos, 3 800 ómnibus, 2 080 camionetas, 1 270 paneles, 1 268 camiones, 520 microbuses y 280 ambulancias. Asimismo, para el periodo 2027-2030 se espera que la cifra de importación ascienda a 22 000.
Según datos ofrecidos por el Minem, la variante eléctrica requiere de una inversión aproximada de 3 115 millones de USD, de los cuales 2 489 millones serán para la importación de los vehículos eléctricos, 387 millones para las electrificaciones en la industria y 239 millones para las estaciones de carga.
Aunque sus costos aún son elevados para el bolsillo de muchos, miles de cubanos ya han dicho adiós a la gasolina y le dan la bienvenida al futuro, en lo que parece ser el nuevo boom de las calles de la Isla.