Cerca de mil 200 millones de adolescentes alientan hoy en este planeta que de muchas cosas adolece, pero no de contar con muchachos en esa etapa de la vida.
Tanto es así, que el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) subraya que “se trata de la generación más numerosa de la historia”.
Sin embargo, esa gran masa de chicas y chicos que viven la segunda década de su vida –se considera adolescente entre 10 y 19 años- no es homogénea. El 90% de ese total viven en países de bajos y medianos ingresos, y en particular en zonas donde se localizan conflictos armados radican 125 millones de adolescentes.
Aun cuando esa numerosa generación es también “la más educada y urbanizada”, según Unicef; uno de cada cuatro de los adolescentes más pobres del mundo nunca ha ido a la escuela, y más de 200 millones de aquellos en edad de recibir educación secundaria no van a la escuela, indica la misma fuente.
Entre los distintivos de esa generación se anota, además y lamentablemente, que son el único grupo etario donde las muertes relacionadas con el sida no disminuyen.
Sin dudas, la adolescencia es un período decisivo en la formación del adulto futuro, una época de experimentación y descubrimientos, pero sus posibilidades para un buen “despegue” dependen, entre otros, de los entornos en que se desarrollan, de sus relaciones y de los servicios a que pueden acceder.
Adolescentes en Cuba
Al terminar el pasado año la población de Cuba era de 10 millones 55 mil 968 habitantes.
Así había informado Juan Carlos Alfonso Fraga, vicejefe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), a los diputados en julio último, precisando que ese total era inferior en 10,1% a la existente en 2020 y en esa disminución, atendiendo a los grandes grupos de edades (0-14, 15-59 y 60 años y más), las mayores pérdidas de población se registran en las edades de 15-59 años, al descender en más de 800 000 personas.
Un nuevo Censo de Población –el último data de 2012- permitirá actualizar con datos más concretos la actual cantidad de adolescentes, en una población notoriamente envejecida y con tendencia al decrecimiento.
No obstante, sí son conocidos con precisión los esfuerzos que hace el país en función de sus adolescentes y niños, y así fue reconocido en el Reporte Anual Unicef cuba 2023 donde queda subrayado que “El Estado cubano, signatario de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) desde 1991, siempre ha mostrado una fuerte voluntad política para garantizar el adecuado desarrollo y bienestar de los niños, niñas y adolescentes”.
Al reconocer las dificultades atravesadas por la Isla durante el año, el informe reconoce que “ha habido en todo momento un compromiso explícito del Gobierno y sus instituciones de mantener los logros alcanzados en la protección de las infancias y adolescencias. Una expresión de ello es la aprobación, en julio de 2023, de una nueva Política de Atención Integral a la Niñez, Adolescencia y Juventud, junto con su Plan de Acción 2023-2030”.