En la dirección municipal de Salud Pública en Cárdenas hay un ajetreo constante. Un grupo de médicos culmina su trabajo y otro lo releva. Son parte de una brigada del contingente internacional Henry Reeve, recién llegada de Venezuela. Cada día se repite lo mismo. Prestan servicios 24 por 24 horas. Unos salen… Otros entran.
“¿Te llegó el botellón de oxígeno?”, le pregunta un médico a otro. Aquí, en las tres horas que he permanecido este jueves, poco se detiene el paso para conversar. Se habla mientras se camina. Es como si no hubiera tiempo. “Niña, yo ni he desayunado”, escucho la voz de una mujer detrás de la oficina.
En los primeros 15 días de julio, Cárdenas ha reportado un total de 5 817 casos positivos a la COVID-19. Si bien muestra una tendencia a la disminución, según las autoridades del municipio, el escenario es uno de los más complejos de todo el país. Destrabar procesos, mejorar en organización y agilidad, y lograr una mayor sinergia entre todos los factores, sigue siendo uno de los retos de Cárdenas en el enfrentamiento a la pandemia. Hay rostros cansados, y es lógico, es humano, pero aquí no se detiene la marcha.
–¿Cómo está, doctora?
–Muerta. Muy complicado…
La doctora Yenicet Chávez Rodríguez, directora municipal de Salud, habla repetidas veces por teléfono. Llamadas de urgencia, de gente preocupada, con problemas y necesidades de salud por resolver. Así que ella las atiende todas, es como un puesto de mando móvil. Por esa razón, en los poco más de 40 minutos que conversó con Cubadebate, cuatro llamadas telefónicas y tres toques a la puerta interrumpieron la entrevista. “Tranquila, no te deprimas con eso”, le dice a alguien del otro lado de la línea y cuelga.
Revisa las estadísticas y dice que aún es preocupante la cantidad de niños positivos a la COVID-19 en Cárdenas, donde las edades pediátricas han tenido un comportamiento inusual en las últimas semanas y en el mes.
“El grupo de 40 a 59 años es el de más alta incidencia en el municipio, y sobre el cual inciden las formas más graves y complicadas de la enfermedad. Mientras que los mayores de 60 años es el menor porciento de los casos detectados, si bien lo preocupante es que son personas con patologías asociadas y enfermedades crónicas descompensadas.
“Hay un total de 3 475 casos activos, con una tendencia a la disminución. La semana pasada nosotros tuvimos un comportamiento de cifras muy altas, días de más de mil pacientes confirmados, pero esto ha ido descendiendo”, añade.
–¿Cuál es la situación en estos momentos con la capacidad hospitalaria?
“La complicación está en cuanto a los casos graves y críticos, y la capacidad de camas para estos pacientes. Nosotros estamos proponiendo transformar el policlínico ‘Moncada’ en un hospital para recepcionar todo lo que no sea COVID-19, y optimizar así las camas del hospital municipal en función de estos casos. Eso no se ha materializado todavía porque faltan recursos de tecnología médica y en cuanto a la climatización.
“Pero se han abierto extensiones del hospital en el preuniversitario ‘13 de Marzo’. Allí hay alrededor de 100 camas. También está el hotel Caleta en Varadero, que cuenta con 150 camas y puede llegar hasta 300. En Caleta se atienden pacientes adultos con infección respiratoria moderada, que no demanda de oxígeno y que, por supuesto, no está postrado ni presenta otras comorbilidades. Por otro lado, el hotel Turquesa es para la atención a niños. El municipio cuenta con 3 000 camas aproximadamente para el aislamiento de pacientes de bajo riesgo”.
–Continúa la demora, doctora, en el traslado de pacientes positivos hacia centros de aislamiento…
“Todavía existe demora. A veces la cantidad de personas contra la cantidad de guaguas disponibles hace que se tarde. Para las edades pediátricas sí se nos ha dificultado la cama, porque los niños pequeños tienen criterios de estar ingresados en centros provinciales en Matanzas. Y ha habido momentos en los cuales no hemos tenido capacidad para el aislamiento de los niños y han permanecido varios días en el hogar, donde muchos han recibido el tratamiento y el alta. La capacidad de camas para las edades pediátricas ha escaseado.
“Se abrió el hotel Turquesa para asumir los niños de 3 años en adelante, con síntomas leves y sin cuadros muy alarmantes. Eso ha permitido que prácticamente ahora no tenemos atraso con el ingreso de los pequeños. Los menores de un año se ingresan todos en el hospital pediátrico de Matanzas”.
–Muchos pacientes graves y críticos…
“Muchos llegan al sistema de salud con las formas graves y críticas de la enfermedad. Eso es lo que más bien nos está colapsando hoy el sistema, y que no contamos con una cobertura dentro de la emergencia del hospital, incluso en las consultas de los policlínicos, para recepcionar a toda esa cantidad de pacientes graves”.
–Por eso también las colas en policlínicos…
“Exactamente, aunque en el transcurso de esta semana ha habido una discreta disminución de los casos que llegan en estos estados. Pero sí es muy necesario que le llegue el mensaje a la población. Apenas se sientan el primer síntoma tienen que acudir al médico. Tenemos suficientes test de antígenos. Hoy mismo había 1 250 por la mañana y hay un carro que traerá de Matanzas unos 2 000 test de antígenos más. Y eso agiliza mucho.
“Tenemos el nasalferón para todo el paciente que se diagnostica positivo a la COVID-19. El médico está en la obligación de darle su pomito. El nasalferón evita las formas graves de la enfermedad. Por eso es que las personas no pueden esperar. Cada minuto que pierden se les retrasa la confirmación de si tiene o no la enfermedad y la administración del medicamento”.
–Doctora, el protocolo establece que los pacientes deben ir a un centro de salud una vez estén confirmados, sin embargo, también hay personas que dan positivos y pasan la enfermedad en sus casas. ¿Por qué?
“Son pacientes que tienen criterios de ingreso en el hogar, personas jóvenes, con pocos síntomas. Se pueden quedar en la casa, echándose las goticas de nasalferón que es el único tratamiento que lleva las formas leves de la enfermedad. A los cinco días se les repite el test de antígeno, y si da negativo recibe el alta. No obstante, tiene que seguir usando el nasobuco y estar aislado 10 días más dentro del domicilio.
“Ahora, no todas las personas son lo suficientemente capaces de hacer el autoaislamiento domiciliario, nosotros indicamos que el menor número de personas posibles permanezca aislado en el hogar. Hemos tenido momentos en los que la cantidad de camas disponibles en Cárdenas contra la cantidad de casos confirmados en el día, nos ha llevado a dejar un número de pacientes ingresados en el hogar porque no teníamos dónde. Pero esa no es la situación que tenemos ahora. Contamos con suficientes camas y altas diariamente”.
–¿Ha habido deficiencias también en las pesquisas, doctora?
“Producto de la misma vacunación se desmontó un poco la estrategia de pesquisa en el municipio. Toda esa fuerza se utilizó para los sitios de vacunación, los cuales requerían de cinco personas para garantizar el flujo del proceso.
“Ahora que ya terminó la tercera dosis se está rescatando todo ese personal de salud para la estrategia de pesquisa en las comunidades, con los estudiantes de Medicina, los equipos básicos de salud y los factores de la comunidad, para lograr detectar a la persona cuando están comenzando los síntomas”.
La doctora, especialista en Medicina General Integral, informa que la intervención sanitaria con la vacuna Abdala cerró con el 93% de la población inmunizada con las tres dosis en todo el municipio.
“Muchas personas quedaron con criterios de exclusión, debido a este mismo rebrote, porque si daban positivos no se les podía colocar la tercera dosis. Ese porcentaje garantiza que, en un período de tiempo breve, podamos tener inmunidad de rebaño en Cárdenas”.
Yenicet Chávez Rodríguez aclara que la vacunación no tiene que ver con el rebrote: “En Los Arabos, por ejemplo, hubo un comportamiento de casos positivos mayor que el de Cárdenas, teniendo en cuenta la cantidad de habitantes y, sin embargo, allí no se ha vacunado. Esto está dado por la aparición demostrada por el Instituto de Medicina Tropical ‘Pedro Kourí’ de la cepa Delta en el municipio”.