Considerada una de las obras más significativas de la ingeniería civil cubana, Villa Clara evoca hoy el inicio de las labores constructivas del pedraplén Caibarién-Cayo Santa María el 15 de diciembre de 1989, proyecto impulsado por el Comandante en Jefe Fidel Castro para el desarrollo del turismo en la isla. 

   José Luis Licor Suárez, director de la Agencia de Viajes Gaviota Tours Centro, relató a la Agencia Cubana de Noticias que el líder invicto de la Revolución cubana visitó la cayería norte villaclareña por primera vez el 12 de septiembre de 1989, luego de que el entonces primer secretario del Comité Provincial del Partido, Tomás Cárdenas García, le comentara de las extraordinarias condiciones naturales del lugar.

   Explicó que después de sobrevolar el área en helicóptero y de prestar extrema atención a los responsables de estudiar aquel sitio, Fidel descendió y caminó mar adentro para luego dejar claro que esa era la zona donde se debía ejecutar la inversión. 

   «La primera piedra del pedraplén tocó el agua salada a las dos de la tarde del 15 de diciembre de 1989, y lo que parecía un simple burbujeo fue tomando forma a medida que los camiones vertían su pesada carga en el mar», apuntó. 

   Señaló que la primera etapa de la obra finalizó el 15 de diciembre de 1994 con la unión de dos construcciones iniciadas en la costa de Caibarién y cayo Las Brujas, mientras que la segunda concluyó en 1999, luego de llevar a término varios puentes y elevar el pedraplén hasta la altura prevista. 

   Luis Ángel Ortega León, delegado territorial del Grupo del Turismo Gaviota Centro, recordó las palabras de Fidel cuando dijo que millones de visitantes pasarían  por el destino turístico Cayo Santa María y subrayó que ello ha sido posible gracias a la construcción de la extensa obra, fruto de la visión futurista del comandante en jefe.

   El pedraplén Caibarién-Cayo Santa María mereció el premio internacional Puente Alcántara a la Mejor Obra Civil Iberoamericana en su convocatoria 1998-2000 y su edificación permitió que se levantaran varios hoteles con más de 12 mil habitaciones en un territorio con 17 kilómetros de playas vírgenes.